martes, 30 de noviembre de 2021

La competencia del auditor. Conocimientos y habilidades específicos

Además de la competencia genérica, es necesario que el auditor interno disponga de competencia específica. Es la competencia necesaria para auditar un sistema de gestión en una disciplina (calidad (ISO 9000), ambiental (ISO 14000) …) en particular y en un sector (agroalimentario, industrial, construcción…) y actividad particular. Las múltiples combinaciones de disciplinas y sectores hacen muy difícil que una sola persona pueda tener la competencia específica. Por eso, la competencia la ha de aportar el equipo auditor colectivamente; es decir, cada auditor (y un experto técnico) puede contribuir con su competencia a la del equipo.

Para definir la competencia específica en la componente de la disciplina se tendrán en cuenta las materias propias de la disciplina sobre terminología, principios, técnicas, herramientas (de la calidad, medio ambiente, seguridad, etc.). Igualmente, para definir la competencia específica en el componente del sector se considerarán los conocimientos y habilidades necesarios en relación con la terminología, aspectos técnicos, procesos, productos y servicios, así como las prácticas habituales de la disciplina aplicada en el sector.

En ISO 19011:2018 (7.2.3.3) se definen las siguientes áreas de competencia específica de los auditores en relación con la disciplina y el sector de la empresa auditada:

(a) Aplicación de los principios y requisitos que rigen un sistema de gestión de una de terminada disciplina. Por ejemplo, en el caso de la disciplina calidad el auditor debe conocer los siete principios de gestión de la calidad y su aplicación en requisitos. En este caso, una formación sobre la norma ISO 9000:2015, que contiene los mencionados principios, podría ser de mucha utilidad.

(b) Fundamentos de las disciplinas y sectores y su relación con las normas de los sistemas de gestión aplicadas por el auditado. Para comprender cómo aplican las normas en el sistema de gestión del auditado a la luz de los principios rectores. Por ejemplo, cómo el principio liderazgo aparece reflejado en los requisitos del apartado 5.1.1 Liderazgo, de ISO 9001:2015.

(c) La aplicación de métodos, técnicas, procesos y prácticas específicos de la disciplina para comprender cómo se aplican en la empresa auditada y poder evaluar la conformidad. Por ejemplo, en la disciplina calidad, el auditor debe ser competente en la aplicación del control estadístico del proceso en el sector del automóvil.

(d) Los principios, métodos y técnicas pertinentes para la disciplina y el sector para poder determinar y evaluar los riesgos y oportunidades asociados a los objetivos de la auditoría. Por ejemplo, en una auditoría sobre la calidad destinada a determinar la conformidad respecto a ISO 9001 en una empresa del sector alimentario, el auditor debe tener muy en cuenta el riesgo asociado al control de la temperatura y humedad.





martes, 23 de noviembre de 2021

Competencia genérica de los auditores

 

En ISO 19011:2018 (7.2.3.2) se definen las siguientes áreas de competencia genérica de los auditores:

       Principios, procesos y métodos de auditoría

Consiste en conocer los principios (integridad, imparcialidad…) y cumplirlos, así como dominar los procesos (planificación, ejecución…) y los métodos (recopilación de información, redacción de hallazgos…). Todo ello para asegurarse de que las auditorías se realizan de manera coherente y sistemática.

       Normas de sistemas de gestión

Se trata de conocer los requisitos de las normas para poder aplicarlas como criterios de auditoría de forma general, para poder determinar llegado el momento si un auditado cumple o no los requisitos.

       La empresa y su contexto

Consiste en conocer cómo analizar en general una empresa y su contexto (partes interesadas, propósito, la estructura organizativa, prácticas de gestión…), para poder determinar llegado el momento si el auditado ha hecho un análisis completo y correcto y lo ha tenido en cuenta para desarrollar el SG.

       Requisitos legales y reglamentarios

Se trata de disponer de una base para poder identificar y ser consciente de los requisitos legales y reglamentarios que afecten a los productos y servicios del auditado, así como a sus actividades y procesos, para de esta manera poder determinar en qué medida el auditado gestiona (no si los cumple o no) el cumplimiento de estos requisitos. 

Para adquirir la competencia genérica el auditor puede utilizar los medios siguientes.



Como se indica en la tabla, para adquirir estas competencias se pueden utilizar básicamente dos medios: formación (aprendizaje mediante la participación en actividades de estudio dirigido en mayor o menor medida) y experiencia práctica (aprendizaje mediante la participación en auditorías tuteladas o no por un auditor-tutor ya competente). Estos medios se han de considerar en general como recomendados, puesto que para cada persona y circunstancia pueden variar en contenido y duración. Y también a veces es difícil poder discernir si una competencia se adquiere por formación o por experiencia, siendo normalmente una combinación adecuada de ambos medios la que aporta mejores resultados. No obstante, en el caso de las competencias genéricas casi se puede asegurar que predominará la formación, dado su mayor carácter teórico.



martes, 16 de noviembre de 2021

ISO 9001: ¿norma de gestión?


 

ISO 9001: ¿norma de gestión?

Joaquín Cestero Ramos, Director de Audit 9000

Resumen

La norma ISO 9001 se titula Sistemas de gestión de la calidad. Requisitos dejando inequívocamente claro que su contenido va a tratar sobre la gestión de un aspecto de la empresa como es la calidad. En este artículo se ha confirmado que se puede considerar una norma de gestión. Para ello se ha analizado su ajuste al marco de referencia de las funciones de la gestión ampliamente extendido y aceptado en la literatura sobre gestión (management). En particular, se ha analizado si los conceptos incluidos en la norma abarcan los principales y se ajustan en su significado a los de la teoría de la gestión. En definitiva, se ha determinado si “están los que son” y “son los que están”. Con ello se puede concluir que son necesarios conocimientos de gestión previos suficientes para un completo entendimiento de las normas y una correcta aplicación.

Introducción

Aunque el término gestión está ampliamente difundido y se utiliza en numerosos campos además del empresarial, es en este en el que se va a centrar este artículo por ser el que afecta a la gestión de la calidad en la familia de normas ISO 9000.

El hecho de que las normas ISO 9000 estén ampliamente difundidas puede hacer pensar a algunos usuarios que los términos son propios de las normas, sin demasiada vinculación a una teoría ya existente. Este artículo pretende contribuir a aclarar este punto.

El estudio se va a enfocar en la norma de requisitos ISO 9001:2015 y en su asociada sobre fundamentos y vocabulario ISO 9000:2015 (para evitar confusiones, sus apartados van a estar identificados con el símbolo $).

Como marco teórico de referencia se va a utilizar el que se puede considerar el más aceptado (desarrollado por Harold Koontz, basándose en el trabajo previo del padre del management, Henry Fayol) en la literatura sobre management. En este marco de referencia se considera que la gestión consiste básicamente en desempeñar cuatro funciones: planificación, organización, dirección de personas y control. Por ello, se va a analizar si los conceptos principales de cada función están tratados y si su tratamiento se ajusta al marco teórico. Además, previamente, se van a tratar algunos conceptos generales básicos en gestión.

Conceptos sobre gestión

Aunque desde su origen (primera edición en 1987), las normas ISO 9000 ya contenían algunos términos de gestión, su enfoque ha estado eminentemente relacionado con los aspectos operativos (diseño, compras, fabricación, etc.) de la empresa. Sin embargo, en la edición de 2000 aparecieron algunos nuevos temas de carácter estratégico, que se vieron suplementados por otros en la edición de 2015. Tanto en un enfoque como en otro se utilizan conceptos de gestión empresarial (también conocido con el término inglés management) que necesitan ser dominados para manejar con solvencia los términos (de ISO 9000), los requisitos (de ISO 9001) y las recomendaciones (de ISO 9004) de las normas.

En las normas ISO 9000 no se utiliza el término “empresa”. En su lugar se usa la palabra “organización”, que incluye (ver $3.2.1*, Nota 1) la empresa como una forma de organización. Sin embargo, para evitar confusiones, aquí se va a reservar esta palabra para la función de la gestión que consiste en asignar funciones, autoridades y responsabilidades sobre las actividades a realizar por las personas que han de ocupar determinados puestos de trabajo. También hay que señalar que “empresa” es un concepto más amplio que “organización”, puesto que incluye, tal como está definido, los recursos necesarios para su funcionamiento y el logro de los objetivos. Esto no ocurre con “organización”, que requiere “infraestructura” (ver $3.5.2) para resultar equivalente.

La consideración de una empresa como un sistema, que es clave en un enfoque actual de la gestión, no aparece explícitamente en ISO 9000 ni en ISO 9001 de 2015. Sí aparece el concepto de sistema ($2.4.1.2) referido al conjunto de procesos de la empresa que están interconectados formando una red total. En $3.5.1 se define sistema como un “Conjunto de elementos interrelacionados o que interactúan”.

El concepto de entorno de la empresa aparece en ISO 9001 como 4. Contexto de la organización, 4.1 Cuestiones externas y en ISO 9000 ($3.2.2) está definido, aclarando en la nota 3 que en inglés se denomina entorno empresarial, entre otros términos. Por lo tanto, son completamente aplicables tanto el concepto como las técnicas de análisis habitualmente utilizadas: PEST (o PESTEL), DAFO.

Menos frecuente es el uso del término contexto interno para incluir aspectos internos como los que se citan en la Nota 3 de 4.1 (ISO 9001): valores, la cultura, los conocimientos y el desempeño de la organización.

La gestión consiste en coordinar e integrar el conjunto de los recursos que configuran la empresa, y en especial a las personas, para lograr los objetivos. En ISO 9000 $3.3.3 se define el término gestión como las actividades coordinadas para dirigir y controlar una empresa. En la nota 2 se amplía con la gestión puede incluir el establecimiento de políticas y objetivos y procesos para lograr estos objetivos.

Muy relacionado con la gestión está el concepto de ciclo PHVA, que estructura la norma ISO 9001:2015 (ver 0.3.2 Ciclo Planificar-Hacer-Verificar-Actuar) correspondiendo Planificar al apartado 6, Hacer a los apartados 7 y 8, Verificar al apdo. 9 y Actuar al apdo. 10. A su vez, se puede establecer una clara correspondencia entre estos elementos y las funciones de la gestión: Planificar/Planificación, Verificar-Actuar/Control. El apartado 5 Liderazgo correspondería con las funciones Organización y Dirección de personas.

La misión es el punto de partida para el desarrollo de una empresa y es fundamental en su gestión, porque define lo que es su esencia (si está correctamente expresada, claro está). Aunque el término “misión” no aparece en ISO 9001, sí aparece un término equivalente: “propósito”. También aparece un término relacionado como es política de la calidad, que debe ser apropiada al propósito. En $3.5.11 de ISO 9000 sí aparece el término misión como propósito de la existencia de la empresa. También se incluye en esta norma el término “visión” ($3.5.10), como aspiración de aquello que una organización [empresa] querría llegar a ser, tal como lo expresa la alta dirección.

La función planificación 

Planificar es proyectar un futuro deseado y determinar los medios para alcanzarlo. Es un proceso mental que precede a una acción o a una decisión. Sirve de nexo de unión entre la situación actual y la deseada. En el proceso se definen los objetivos y las vías (estrategias) para alcanzarlos. Aunque es la actividad más importante de la alta dirección, se realiza en todos los niveles de la empresa (estratégico, táctico y operativo). Se concreta en el “plan” que incluye las acciones, recursos, personas, calendario, presupuesto necesarios para para implementar la estrategia y poder alcanzar los objetivos definidos. Va unida inseparablemente al control.

Esta función de la gestión se trata de forma general en el apartado 6 Planificación de ISO 9001. En particular, en el apdo. 6.1 se requiere que la planificación debe determinar los riesgos y oportunidades y las acciones para abordarlos; en 6.2 se requiere que se planifique cómo se van a lograr los objetivos de la calidad; en 6.3 se requiere que los cambios en el sistema de gestión de la calidad se planifiquen.

En $3.3.5 de ISO 9000 se define la planificación de la calidad como una parte de la gestión encargada de establecer los objetivos de la calidad y especificar los procesos y sus recursos para lograrlos. Un resultado de la planificación son los planes de la calidad ($3.8.9).

Otros términos de la función planificación que aparecen en las normas son: objetivo, que aparece definido en $3.7.1 de ISO 9000 como resultado a lograr, considerándolo un “éxito” ($3.7.3) cuando se logra. En $3.5.12, ISO 9000 define estrategia como un plan para lograr un objetivo a largo plazo o global; en ISO 9001 no aparece, pero incluye en 4.1 y otros apartados la expresión “dirección estratégica”, que se puede considerar que engloba el término estrategia, por lo que sería una idea de camino aún más general.

La función organización

Es una de las funciones de la gestión empresarial, que trata de convertir los objetivos y planes en realidades a través del diseño de una red de procesos dotados de recursos, con la participación de las personas. Ha de dividir la empresa en partes y relacionarlas para que estén coordinadas. Ha de ordenar los recursos para su uso eficaz y eficiente. Utiliza unos principios y normas para diseñar la estructura organizativa en sentido vertical (jerarquía) y horizontal (procesos).

En ISO 9000 el término organización ($3.2.1) aparece como un grupo de personas con funciones, responsabilidades, autoridades y relaciones, lo cual sí da una idea de lo que se puede considerar organizar.

En la dimensión de la organización como diseño de los procesos ISO 9000 incluye como uno de sus principios el “enfoque a procesos” ($2.3.4), por el que “… las actividades se entienden y gestionan como procesos interrelacionados que funcionan como un sistema coherente”.

En ISO 9001, la organización solo aparece como entidad obligada a cumplir una serie de requisitos, pero no como función de la gestión, aunque sí obliga en 5.3 a la alta dirección a asegurarse de que las responsabilidades y autoridades se comuniquen y entiendan, lo que es claramente una actividad de la función de organización en la dimensión del diseño de la estructura jerárquica. También aparecen requisitos organizativos específicos para la definición de responsabilidades y autoridades en el diseño y desarrollo (8.3.2 d) y en la definición de responsabilidades en la auditoría interna (9.2.1 a).

Conocer con cierta profundidad la función organización es importante en la gestión de la calidad. Esto es porque las decisiones en aspectos organizativos tales como el tipo de departamentalización (funcional, geográfica, por producto, etc.), las variables organizativas (estandarización, formalización, centralización, especialización) utilizadas van a tener una influencia grande en el funcionamiento de la empresa y, en consecuencia, también en la calidad, porque es el resultado de múltiples actividades de la empresa. Esto es especialmente cierto en el mencionado enfoque a procesos, donde un dominio de los conceptos principales y de las técnicas de diseño de procesos van a ser de especial relevancia.

La función dirección de personas

La dirección, entendida como dirección de personas, es otra de las funciones de la gestión. Es fundamental porque las personas son el elemento clave en la empresa, son más que un recurso, son su capital humano. Pretende conseguir una actuación conjunta de las personas que componen la empresa hacia el logro de los objetivos comunes. Trata de lograr que los objetivos de las personas sean compatibles con los de la empresa, ayudándoles a cubrir sus necesidades. Se apoya en el liderazgo, la motivación y la comunicación.

En ISO 9000 se trata tanto la importancia de las personas (en el principio de gestión de la calidad Compromiso de las personas) como el papel de la dirección en su implicación (en el principio de gestión de la calidad Liderazgo).

Los tres pilares de la dirección (liderazgo, la motivación y la comunicación) también se tratan en varios apartados de ambas normas, como a continuación se verá.

En ISO 9000 ($2.3.3), al tratar el principio de gestión de la calidad Compromiso de las personas, pone de manifiesto la importancia de las personas en la empresa al indicar que “las personas competentes, empoderadas y comprometidas en toda la organización son esenciales para aumentar la capacidad de la organización para generar y proporcionar valor”. Las considera un recurso esencial ($2.2.5.2) porque los resultados de la empresa dependen de su comportamiento. Son las integrantes de una empresa/organización ($3.2.1). Define la alta dirección ($3.1.1) como la “persona o grupo de personas que dirige y controla una empresa al más alto nivel”.

En ISO 9001 las personas se califican también como recursos (7.1.2), pero demandando a la alta dirección que “comprometa, dirija y apoye a las personas” (5.1.1 h). También se indica que han de ser competentes (7.2) y estar concienciadas (7.3).

Conocer la función dirección de personas tiene gran trascendencia en la gestión en general y en particular en la gestión de la calidad. Aspectos como el tipo de liderazgo (autocrático, democrático, liberal, etc.) utilizado, el nivel de motivación de las personas y cómo sea la comunicación va a contribuir grandemente en los resultados de la calidad de los productos y servicios de la empresa por su influencia en las personas que intervienen en su creación.

La función control

Esta función consiste en medir los resultados reales y compararlos con los previstos para determinar las desviaciones y corregirlas. Va unido a la planificación. Se distinguen varias fases en el proceso de control: establecimiento de estándares y el método de medición, medida de resultados y comparación con estándares; corrección de las desviaciones que hayan podido surgir.

En ISO 9000 no aparece el término control de forma independiente pero sí en control de la calidad ($3.3.7), en control de cambios ($3.3.10). Sin embargo, sí aparecen varios términos relacionados con el control: seguimiento (-$3.11.1- determinación del estado mediante verificación, supervisión u observación crítica); revisión (-$3.11.2- determinación de la conveniencia, adecuación o eficacia) y auditoría ($3.13.1).

En ISO 9001 aparece en control de la información documentada (7.5.3), en control operacional (8.1), en controles del diseño y desarrollo (8.3.4), control de los procesos… (8.4), tipo y alcance del control (8.4.2), en control de la producción y de la provisión del servicio (8.5.1), control de los cambios (de la producción o la prestación del servicio) (8.5.6), en control de las salidas no conformes (8.7). También aparece control y términos derivados: controlar, controlados, controladas y similares en multitud de ocasiones. Sin embargo, donde se pueden encontrar la mayoría de requisitos relacionados con el control es en el apartado 9 Evaluación del desempeño.  En 9.1 se tratan los requisitos relacionados con el seguimiento y la medición como actividades que captan datos e información de interés sobre la satisfacción del cliente, desempeño del sistema de gestión de la calidad, desempeño de los proveedores externos, etc. Estos datos e información se deben analizar (examinarlos para extraer conclusiones) y evaluar (utilizar el resultado del análisis para determinar su importancia).

En ISO 9000 ($2.3.6.4) aparece la expresión “indicadores clave para demostrar el desempeño de la empresa”. En ($2.4.2) se mencionan porque facilitan el seguimiento y evaluación del desempeño del sistema de gestión de la calidad. Como ejemplo, en la Nota 2 de $3.9.2 se mencionan las quejas como un indicador habitual de una baja satisfacción del cliente.

En ISO 9001 únicamente aparece en 4.4.1 c el término indicador del desempeño para asegurar el control se los procesos.

También se puede considerar una herramienta de control la auditoría interna (apdo. 9.2) porque proporciona información sobre si el sistema de gestión de la calidad está funcionando como está previsto, porque están cumpliéndose los requisitos asignados (por ejemplo, de ISO 9001).

Los resultados de la evaluación y de la auditoría interna se deben revisar por la dirección (apdo. 9.3) de la empresa para determinar las acciones y decisiones a tomar. Por ello, se puede considerar esta revisión otra forma de control.

Al utilizar los resultados del control para una nueva planificación se puede proponer una mejora (apdo. 10) si los nuevos objetivos representan un aumento o reducción respecto a los resultados obtenidos.

Con todo lo indicado, se puede afirmar que, con diferencia, es la función de la gestión que más aparece en las normas. Tal vez esto se pueda achacar a su origen como norma de control de la calidad. 

Las funciones de la gestión en ISO 9001

Una vez revisadas las diferentes funciones se puede indicar que las cuatro están tratadas en las normas con mayor o menor intensidad apareciendo la mayoría de los conceptos principales. A modo de resumen se presenta la siguiente tabla, donde las diferentes funciones se relacionan con los apartados de la norma que incluyen términos propios.

Función

Requisitos de ISO 9001 relacionados con las funciones de la gestión

Planificación

6 Planificación

6.2 Objetivos de la calidad y planificación para lograrlos 

Organización

4.4.1 e) Asignar las responsabilidades y autoridades a los procesos

5 Liderazgo

5.3 Roles, responsabilidades y autoridades en la organización

8.3.2 d) Responsabilidades y autoridades en el diseño y desarrollo

9.2.1 a) responsabilidades en la auditoría interna

Dirección de personas

5 Liderazgo y compromiso

5.2.2 Comunicación de la política de la calidad

5.1.1 h) Comprometiendo y apoyando a las personas

5.1.1 j) Apoyando a otros directivos en su liderazgo

Control

9 Evaluación del desempeño

9.1 Seguimiento, medición, análisis y evaluación

9.2 Auditoría interna

9.3 Revisión por la dirección

 

Conclusiones

Como se ha podido apreciar en los apartados anteriores al analizar las funciones, las normas contienen múltiples elementos que permiten calificarlas, con toda rotundidad, como normas de gestión.

Aunque la norma ISO 9000 contiene numerosas definiciones de los términos de gestión, no son suficientes para que la persona interesada en su uso pueda hacerlo de forma solvente sin tener una base sólida en los conceptos y, sobre todo, de sus relaciones en el campo de la gestión. Si la persona no dispone de ellos se hace necesario que los adquiera cuanto antes, porque de esta forma podrá entenderlas correctamente y así las podrá usar de manera competente. Por ello, recurrir a libros u otro material y cursos* de carácter básico pero rigurosos será capital para las personas interesadas en mejorar su competencia sobre la materia.

 

(*) Para las personas interesadas en profundizar en estos temas, el autor pone a su disposición el curso gratuito Fundamentos de gestión para ISO 9000 en el que se puede inscribir accediendo a https://bit.ly/3kJ7Fmv

martes, 9 de noviembre de 2021

La competencia del auditor

En el contexto de ISO 9000:2015 (3.10.4), la competencia es la capacidad para aplicar conocimientos y habilidades para lograr los resultados previstos. El conocimiento es el activo humano que permite a la persona decidir y hacer eficazmente en un contexto. La habilidad es la capacidad aprendida para desempeñar una tarea de acuerdo con una expectativa especificada. Por cualificación se suele entender la competencia demostrada.

La competencia va a ser clave en el mantenimiento y mejora profesional de un auditor. Le va a permitir avanzar tanto de forma horizontal (alcance) como en vertical (grado). El alcance se refiere a la disciplina (calidad (ISO 9000), medioambiente (ISO 14000), seguridad en el trabajo (ISO  45000), etc.) y al sector (agroalimentario, industrial, construcción, servicios…). El grado se refiere a la categoría: auditor provisional, auditor y auditor líder.

Los dos componentes de la competencia son los conocimientos que aportan el saber hacer (ejemplos: conocimientos sobre las normas ISO 9000, sobre el proceso de auditoría, etc.) y las habilidades que aportan el poder hacer (ejemplos: capacidad para entrevistar, para tomar notas de hallazgos, elaborar informes de la auditoría, etc.). Junto a las cualidades personales y la actitud (querer hacer) el auditor conseguirá unos resultados.

ISO 9001:2015 (7.2) solo incluye requisitos generales sobre la competencia de las personas (que un auditor interno ha de cumplir también) adquiridos con su educación o formación básica, formación complementaria (en auditoría y en la materia a auditar), experiencia (profesional en general y en auditorías).

Las habilidades personales (adecuadas para un auditor) aunque no aparecen en ISO 9001 sí lo hacen en ISO 9000 (3.10.4) al definir la competencia, por lo que se han de tener en cuenta. Aquí se refiere a las que se pueden adquirir con formación y experiencia, basadas en las naturales o innatas que tenga la persona. Es en ISO 19011:2018 (7.2) donde se pueden encontrar recomendaciones sobre la competencia de un auditor, distinguiendo dos clases: competencia genérica y competencia específica. Para los auditores de certificación, además, se ha de tener en cuenta ISO 17021-1:2015.

La norma ISO 10015:2020 da recomendaciones para la gestión de la competencia y el desarrollo de las personas. El INCUAL (Instituto Nacional de las Cualificaciones) no incluye actualmente la profesión de auditor (interno), solo profesiones específicas de sectores (por ejemplo, cocinero).



martes, 2 de noviembre de 2021

La norma ISO 19011 y los auditores internos

 

La norma ISO 19011 en su edición de 2018 contiene recomendaciones para la auditoría de los sistemas de gestión normalizados ISO 9000, ISO 14000, ISO 45000, etc. Está recomendado su uso en ISO 9001:2015 (9.2). Incluye los temas: principios de auditoría, gestión de un programa de auditoría, realización de una auditoría, competencia y evaluación de los auditores (apdo. 7). Es de señalar que la edición de 2002 contenía recomendaciones para los auditores internos y de certificación, pero en 2011 y 2018 ya no aparecen. Por ello, se deberían considerar de carácter general para cualquier tipo de auditor.

El apartado 7.2 recoge las recomendaciones para la determinación de la competencia de un auditor, incluyendo en 7.2.3 los conocimientos y las habilidades genéricos y específicos que debería poseer.

En 7.3, la norma establece los criterios de evaluación del auditor, tanto cualitativos (comportamiento, conocimientos y habilidades) como cuantitativos (años de experiencia laboral, número de auditorías realizadas, horas de formación en auditoría). En 7.4 indica seis métodos de evaluación que se pueden utilizar, incluyendo una tabla resumen con los objetivos y ejemplos para los diversos métodos.

El apartado se cierra en 7.6 con unas recomendaciones sobre el mantenimiento y mejora de la competencia de los auditores, incluyendo las actividades de desarrollo profesional continuo.

Por todo lo anterior, es muy conveniente que las empresas tengan en cuenta lo indicado en la norma ISO 19011 cuando en sus procedimientos tengan que definir cómo han de seleccionar, evaluar y desarrollar a sus auditores internos.

Dada su importancia, en próximas notas formativas se irán tratando todos estos aspectos.